miércoles, 4 de septiembre de 2013

Le Tour de France

El Tour de Francia es de los acontecimientos deportivos más importantes y seguidos del mundo. Su dimensión mediática, la dureza de la prueba y los bonitos lugares que recorre lo hacen único. 
He ido en numerosas ocasiones, anteriormente con mis padres y desde que Antonio y yo estamos juntos hemos ido a verlo tres años.

Tiene lugar en julio y atrae a más de doce millones de turistas cada año. Es muy buena época para descubrir Francia pues hace buen tiempo, así que es una buena excusa para conocer el país. El itinerario varía cada año pero se recorre siempre el país y hay etapas muy famosas que se repiten cada año, como los puertos más célebres de Los Pirineos y de los Alpes.

La caravana publicitaria es uno de los símbolos que identifican al Tour de Francia. Es todo un espectáculo, según una encuesta el 40% de los seguidores que acuden a ver el Tour lo hacen por ver la caravana publicitaria. 
Es un desfile de coches preparados por los patrocinadores que llaman la atención por su originalidad. Cuenta con música, azafatas guapas y regalitos para animar el ambiente.
Estos son algunos de los coches que desfilan:






























Los regalitos que lanzan desde los coches son de publicidad de su marca, hay gorras, llaveros, banderitas... aunque algunos de los patrocinadores reparten otras cosas, por ejemplo: "Vittel" da botellas de agua, "Haribo" lanza bolsitas de gominolas, "Extra" ofrece muestras de su detergente...
Como anécdota, una vez que fui con mi madre a ver el Tour en un puerto de Los Pirineos, únicamente llevábamos pan porque solo estaba abierta la panadería, y en la caravana nos lanzaron quesitos de "La vaca que ríe" y botellitas de agua de la marca "Vittel", así que pudimos comernos un bocata con agua fresquita.

Una hora y algo después de la caravana pasan los ciclistas, lo ideal es verlo en lo alto de una pendiente porque si no pasan muy rápido y no ves nada, aunque de todas formas por muy dura que sea la pendiente también pasan rápido, es increíble la fortaleza física que tienen.

En julio de 2009, vimos el Tour a su paso por el famoso Col du Tourmalet:








El Tourmalet es quizás el puerto más famoso que se sube en esta carrera. Ya hice una entrada hablando de él ya que Antonio lo escaló también.
En 2010, lo vimos también aquí, aunque esta vez a un kilómetro de la cima. Dejamos el coche cerca de La Mongie, pues subían por el otro lado, y subimos seis kilómetros a pie hasta llegar a la cima. Lo malo es que había mucha niebla y que estuvo lloviendo todo el día y permanecimos más de tres horas a pie parado con los zapatos y calcetines empapados...






 

 




Al día siguiente fuimos a Pau, que allí finalizaba la etapa de ese día. Fue un contraste enorme porque hizo un calor sofocante. Había muchas carpas con bicicletas, equipaciones ciclistas, publicidad... Tenían instaladas pantallas para poder seguir la etapa desde la televisión hasta que llegasen: 




  

También pudimos ver a los ganadores subir al podium para los recibir los premios, el líder de ese año era el gran Alberto Contador, al que vimos luego montándose en su coche oficial:
  









El año pasado fuimos a ver a los ciclistas pasar por un pueblo cercano al de mi abuela, aunque verlos en la montaña es mucho más espectacular.

El Tour, o La Grande Boucle, como lo llaman también los franceses, es mucho más que una competición deportiva, es todo un acontecimiento que mueve mucho turismo y dinero. Además es bonito ver cómo otro deporte que no sea el fútbol es seguido por tantas personas y aunque en los últimos tiempos se está creando mucha polémica en torno al ciclismo, lo cierto es que es uno de los deportes más duros y que requieren de mayor fortaleza física. 
Es una excusa perfecta para hacer una escapada a Francia y a quien no le guste mucho este deporte, aún así disfrutará mucho al ver todo el espectáculo que genera.